El monte Fuji, la montaña más alta de Japón (3776 metros), es un volcán cuya belleza se refleja en los lagos que lo rodean, desde la antigüedad ha sido considerado sagrado, incluso adorado como un dios. Tiene un aire místico que lo hace único en el mundo, esa mezcla de relatos antiguos, su cumbre nevada y rodeada de nubes durante todo el año, lo convierten en un centro de espiritualidad que transmite serenidad y una paz rodeada de belleza, que ha atraído a peregrinos e inspirado a artistas durante generaciones.
La perfecta simetría de la silueta del monte Fuji ha sido desde la Antigüedad el símbolo japonés de la belleza. Su nombre significa en japonés “aquella que no tiene igual”. Es lugar para todas las estaciones y momentos del día, hermoso siempre desde cualquier ángulo que se le mire. Sin embargo, se dice que escalar en primavera su cima nevada y contemplar los ciruelos y cerezos que florecen a sus pies sobrepasa cualquier otra experiencia por su grandeza.
Desde hace por lo menos 12 siglos ha inspirado a poetas y artistas, y ha logrado identificarse con el propio Japón. Más aún, ocupa un lugar especial en la religión oficial del país, el sintoísmo, y resulta también significativo para los budistas, quienes consideran que el sendero que rodea la montaña a los 2.500 metros de altura es el camino de acceso al otro mundo.
Según cuentan las leyendas japonesas, está habitado por diversas divinidades shintô, e incluso existen algunas sectas dedicadas a su culto. Pero no hay que olvidar que el monte Fuji es además un volcán activo y aunque no ha entrado en erupción desde el 17 de diciembre de 1707, el riesgo de activación está latente.
Visible desde Tokio, ha sido representado en numerosas manifestaciones artísticas, como las famosas pinturas de ukiyoe del artista Hokusai y haikus de Matsuo Basho. El volcán ha sido representado durante todas las estaciones, enfatizando la estrecha relación con la naturaleza que rige la filosofía japonesa. Además, destaca la representación de un Fuji de color rojo; color que toma en ocasiones cuando los primeros rayos solares pasan a través de las nubes o de la niebla. Se consideraba augurio de buena suerte observar la montaña cuando está iluminada de color rojo por el primer sol de la mañana.
En la cultura actual, el Fuji es considerado un “lugar energético” (パワースポット), lugar de encuentro de energías espirituales positivas y obligada visita para todos los japoneses al menos una vez en la vida.
Si deseas conocer más sobre esta increíble lugar, puedes visitar la web oficial del Mt.Fuji.
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